los miércoles y seis más




Detesto echar de menos y que nada sepa a sal. Que las manos sientan solas y duela más el alquitrán. Y es que madrugar más de la cuenta sin sentido pesa más y los ruidos trepan alto, hasta que comen el cristal. 

Comentarios

  1. En mi caso no es despertar temprano tantas veces, sino el insomnio; de igual manera es un colmillo en el vientre que no te da paz.
    Un abrazo.

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