De oro

Contra siete vencimos nuestra propia batalla. Libramos la lucha sin más armas que un saco rebosante de horas y punteros de ratón. Y aunque no celebramos la victoria de esta guerra, sonreímos satisfechos, ilesos y orgullosos. No me hace falta ver cómo portáis una medalla para saber que sois los mejores. Mis mejores. 


Porque, digan lo que digan, "vivir la vida con el corazón, no tiene precio".

Comentarios

  1. Lo críptico, lo nebuloso, deja de serlo en la última frase. Sigo leyéndote.
    Un abrazo y felicitaciones.

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  2. Lo peor de vivir la vida con el corazón es que se puede quedar alguien con él y lo pierdas.
    Y yo suelo ser un tipo despistado y pierdo muchas cosas!!
    Gracias por compartir, amiga.
    Besos castos y lejanos!!

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