Corcheas

Te observé cuando la acariciabas con las yemas de tus dedos. Con deliciosa delicadeza recorrías sus curvas y la observabas con cariño mientras el pelo te ocultaba ligeramente los ojos y, poco a poco, procurabas componer algunos acordes que diesen sentido a aquellos versos de papel. 
Tu guitarra. 
Tu sonrisa me miró un instante y volvió a enmudecer, concentrada en el pentagrama aún en blanco que se erigía como un reto.
No es el momento - dijiste. Y seguiste sus curvas como hiciste con las de mi cuerpo ayer. Tus manos suaves, tibias, curiosas. Inquietas y expectantes, observadoras y determinantes, como todo explorador.
Decidiste privar a las cuerdas de ti y, con sigilo, te aproximaste. 
Vencí.

Ella lloró escuchando su canción
y con su llanto me dictó la música y la letra.
Secó sus lágrimas con mi edredón
y mi guitarra y yo nos acostamos junto a ella
Sol, Fa bemol, Mi menor
un par de acordes y se emocionó
Amelie se enamoró
y si se enamora ella me enamoro yo.

Amelie, Tontxu

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