Se acaban ya las reservas de sensaciones apiladas en mi pequeña despensa. 
Junto a ella, tras esa pequeña puerta, se encuentra el armario de lo que revolotea. Ése, desde hace tiempo bajo cero, se alborota sin previo aviso y sin pedirme permiso a mí. 


Próxima reapertura.

Comentarios

Entradas populares